La marca del agua

España, años 50. La mitad de Hontanar está inundada por el pantano. Los vecinos del pueblo que aún no se han marchado, han ido a celebrar la inauguración del pueblo nuevo al que se van a trasladar todos dejando atrás sus casas. Solo que­dan en Hontanar los hermanos Cristóbal: Marcos y Sara. Sara aparece ahorcada del machón de la cuadra. Marcos decide cargar a su hermana en el carro y llevarla al pueblo nuevo, iniciando un sin­gular viaje que transcurre en tres tiempos: el pre­sente, en el que, mientras el protagonista piensa qué puede hacer, recorre los diferentes espacios fundamentales en la historia y se encuentra con obstáculos y personajes (entre los que destaca don Rufino, el párroco de Hontanar); el tiempo pasado de la vida de la familia, con el conflicto la­tente entre Marcos y su madre, que tiene a Sara como principal motivo de disputa; y el pasado más reciente de la relación entre el ingeniero de las obras, Gabriel, y Sara. En ese trayecto en carro hacia el pueblo nuevo, don Rufino, convertido en una suerte de Sancho Panza, acompaña a Marcos en su quijotesco propósito de enterrar clandesti­namente a su hermana para darle reposo lejos del agua.

TEMAS DE LA NOVELA

• La marca del agua apela a ese momento en el que un pueblo entero debe abandonar sus casas, y también sus raíces. De uno de aquellos pueblos anegados surge esta historia antigua que habla de la necesidad de arraigo, lo inexorable del progreso o el amor por la naturaleza. Pero también es una reflexión profun­da sobre la muerte y el olvido y una reivindicación de la memoria de nuestros antepasados.

• Son muchas las temáticas que transitan por esta historia por la que fluyen desde sentimien­tos esenciales –la pérdida, el amor, la muerte, el olvido– a momentos mucho más prosaicos y en la que se difuminan los contornos espaciales y temporales apuntando directamente a elementos fundamentales de la naturaleza humana.