La señora Potter no es exactamente Santa Claus
Una sólida historia sobre la maternidad, la creación y la renuncia, la soledad del incomprendido, el arte como refugio y la construcción y la destrucción del relato único de aquello que somos.
La fama de Kimberly Clark Weymouth —una pequeña ciudad en la que siempre nieva y donde Louise Feldman ambientó el clásico infantil «La señora Potter no es exactamente Santa Claus»— permitió a Randal Peltzer abrir una exitosa tienda de souvenirs. Cada día, la ciudad recibe a lectores de la excéntrica escritora y, a regañadientes, vive de ella. Pero ¿qué pasaría si, harto de un destino que no ha elegido, Billy, hijo de Randal, decidiese cerrar la tienda para mudarse a otra ciudad? ¿Podría Kimberly Clark Weymouth permitirse dejar de ser el lugar que ha sido siempre y convertirse en otra cosa?
Un cruce entre el siniestramente encantador ambiente de Los Gremlins de Roald Dahl y la más sesuda y alocadamente digresiva de las novelas de un T.C. Boyle que hubiese leído más de la cuenta a la desamparadamente salvaje Joy Williams. Una novela que pretende hacer saltar por los aires la sola idea de la existencia del relato, o del relato único de aquello que somos, porque si algo somos es una infinidad de posibilidades. Un canto hilarantemente triste a la libertad, y, por lo tanto, a la destrucción de todo lo preconcebido, en el que hasta el último papel es admirable y ferozmente sagrado y absurdo a la vez.
TEMAS Y CLAVES DE LA NOVELA
• Como si se tratara de un dispositivo de cajas chinas, La señora Potter no es exactamente Santa Claus es una novela que contiene en sí a otra novela, y a un sinfín de historias que proliferan a la misma vertiginosa velocidad que lo hacen los personajes que las protagonizan: criaturas tiernamente extravagantes, luminosas y al mismo tiempo desvalidas que habitan un mundo insólito.
• La señora Potter no es exactamente Santa Claus cuestiona la naturaleza misma de la ficción y de los relatos que construimos.
• Si bien en la novela de Laura Fernández hay altas dosis de humor y absurdo, y un encantador aire de magia propio de la literatura infantil, la obra no se agota en la comicidad y la fantasía más lúdica. Por el contrario, Fernández nos ofrece una historia que reflexiona en profundidad y con lúcida sensibilidad acerca de la creación literaria, el arte como refugio, el fracaso, la soledad de los incomprendidos, los contradictorios sentimientos que desata la maternidad y aquellas heridas de infancia que todo adulto esconde dentro de sí.
Editorial | Literatura Random House |
Páginas | 608 |
Fecha de publicación | 4-11-2021 |